"Lo tenía en la mano", ha contado la adolescente al diario regional, "y la pantalla ha comenzado a resquebrajarse". Su novio tomó el teléfono. "Lo tenía a 30 centímetros de mi cara cuando he sentido como un grano de arena en el ojo. No podía ser otra cosa que cristal". El joven corrió a la casa donde su madre, médico nutricionista de formación, le proporcionó los primeros auxilios.
Una semana después de que una familia de Liverpool viese su iPod calentarse, echar humo y pegar un salto de unos tres metros en el aira para acabar por explotar es ahora el iPhone quien está en entredicho. En Apple, estos no son los primeros productos explosivos que atraen la atención.
En casos específicos,se han producido incluso alarmas a la opinión pública, como el año pasado en Japón cuando el Gobierno había puesto sobre aviso a los ciudadanos sobre el iPod Nano, potencialmente infamable... pero sin dar una visión real de la situación.
Un reportaje realizado tras siete meses de investigación por la periodista Amy Clancy para la televisión local de Seattle, Kiro -TV,reúne todos éste y otros episodios de productos inflamables de la firma de Cupertino. Echando mano de paciencia, la periodista ha obtenido de la Comisión Federal Americana para la Seguridad de los Productos (CPSC) un informe de 800 páginas reseñando todos los problemas de seguridad del iPod.
El peligro estaría, según este informe, en algunas baterías de litio e ion que tendrían tendencia a sobrecalentarse. Los afectados serían menos del 0,001% de los iPod. La CPSC no ha juzgado, por ello, necesario dar un toque de atención. "El número de incidentes es extremadamente reducido en relación con el número de productos fabricados, lo que minimiza el riesgo de accidentes".




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